Máscaras textuales

Sylvia Plath decía que sus poemas surgían de la experiencia sensitiva y emocional, no podía estar más en lo cierto, cuando escribimos sentimos, es como vivirlo. No es una copia de la realidad, pero es una emulación. El cerebro es impresionante y con tan solo pensar en ciertas cosas puedes ver, comer, besar, escuchar, oler y saborear el recuerdo que haya venido a tu mente. Cuando utilizas una pluma y papel es todavía más poderosa la intención.  Es como cerrar un pacto. Como hacer hechizo. 

El problema del escritor es la falta de concentración y el miedo a probar algo nuevo, la inconstancia, no leer a otros autores mejores, no pedir retroalimentación. Si el escritor solo se centra en su opinión es tan solo un narcicista.

La práctica y la lectura son las herramientas más valiosas que posee el escritor. También debe permitirse excesos. Crear escenarios y personajes que no le gusten del todo y así explorar su creatividad. 

Un escrito puede expresar diferentes cosas. A veces los escritores utilizan el medio escrito para explorar sus perversiones o sueños frustrados. Como un ejemplo: un adolescente que ansía por tener sexo, drogarse y tener mucho dinero, probablemente escribirá un cuento en el que esto le suceda. 

Yo pienso que lo más difícil es crear un personaje que no te convenza tanto como principal y dar continuidad a la historia o al poema.